Créditos y Derechos de la Imagen: Nicolas Martino, Adrien Soto, Louis Leroux y Yann Sainty
(Para una versión de mayor resolución haga clic sobre la imagen)
Vistas como una gaviota y un pato, estas nebulosas no son las únicas nubes cósmicas en evocar imágenes del vuelo. Ambas están aleteando en su camino a través de este amplio paisaje celeste, extendiéndose casi 7 grados a lo ancho del cielo nocturno del planeta Tierra, en dirección de la constelación del Perro Grande (Canis Major). La expansiva Gaviota (arriba al centro) está en sí compuesta de dos nebulosas de emisión principales catalogadas. La más brillante NGC 2327 forma la cabeza con la más difusa IC 2177 como las alas y el cuerpo. Impresionantemente, la envergadura de la Gaviota correspondería a casi 250 años luz a la distancia estimada a la nebulosa de 3,800 años-luz. Hacia abajo a la derecha, el Pato aparece mucho más compacta y se extendería sólo unos 50 años luz dada su distancia estimada de 15,000 años luz. Infladas por los vientos energéticos provenientes de una estrella extremadamente masiva y caliente cerca de su centro, la nebulosa del Pato está catalogada como NGC 2359. Por supuesto, el grueso cuerpo y apéndices alados del Pato también le dan un sobrenombre popular ligeramente más dramático, el Casco de Thor.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)