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Las estrellas de nuestra propia galaxia Vía Láctea están dispersas a través de este llamativo campo de visión. Durante las primeras horas del 13 de agosto y después de la medianoche, la exposición de 30 segundos del cielo nocturno sobre Busko-Zdroj, Polonia, registra el colorido y brillante trazo de un meteoro Perseida. Visto cerca del máximo de la lluvia de meteoros anual Perseidas, destella desde abajo a la izquierda hacia arriba a la derecha. El precipitante grano de arena cósmico, un pedazo de polvo proveniente del cometa periódico Swift-Tuttle, se vaporizó al pasar a través de la atmósfera del planeta Tierra a casi 60 kilómetros por segundo. Justo encima y a la derecha del centro, mucho más allá de las estrellas de la Vía Láctea, se encuentra el universo-isla conocido como M31 o la Galaxia de Andrómeda. La Galaxia de Andrómeda es el objeto más lejano que es fácilmente visible a simple vista, a casi 2.5 millones de años luz de distancia. Por otro lado, el trazo visible del meteoro comenzó a sólo unos 100 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. Su rastro apunta de regreso hacia el radiante de la lluvia de meteoros en la constelación de Perseus, fuera hacia el borde inferior izquierdo del encuadre. Siga este brillante trazo de meteoro Perseida abajo y a la izquierda hasta las estrellas de NGC 869 y NGC 884, el doble cúmulo estelar en Perseus.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD).