Créditos y Derechos de la Imagen: Neil Corke; Texto: Natalia Lewandowska (SUNY Oswego) (Para una versión de mayor resolución haga clic sobre la imagen)
Las estrellas nuevas nacen a partir de los remanentes de estrellas muertas. El remanente gaseoso del colapso gravitacional y subsecuente muerte de una estrella muy masiva en nuestra Vía Láctea creó al remanente de supernova G296.5+10.0, del cual la Nebulosa Sirena, presentada acá, es parte. Conocida también como la Nebulosa del Pez Beta, la Nebulosa Sirena forma parte de una inusual subclase de remanentes de supernova que tienen dos lados y son casi circulares. Descubierto originalmente en rayos X, la nebulosa filamentosa es una fuente estudiada frecuentemente también en luz de ondas de radio y de rayos gamma. El color azul visible acá se origina del oxígeno doblemente ionizado (OIII), mientras que el rojo oscuro es emitido por el gas hidrógeno. La forma como de una sirena de la nebulosa ha probado ser útil para las mediciones del campo magnético interestelar.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)