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Patrick A. Cosgrove (Para una versión de mayor resolución haga clic sobre la imagen)
¿Es eso en lo que se convertirá nuestro Sol? Muy posiblemente. La primera pista del futuro de nuestro
Sol fue descubierta inadvertidamente en
1764. En aquel momento,
Charles Messier estaba compilando una lista de objetos difusos para que no fueran confundidos con cometas. El 27° objeto en la
lista de Messier, ahora conocido como
M27 o la Nebulosa de la Mancuerna, es una
nebulosa planetaria, una de las
nebulosas planetarias más brillantes en el cielo y visible incluso con binoculares en dirección de la
constelación de la Zorra (
Vulpecula). A la luz le toma casi 1000 años alcanzarnos desde M27,
mostrada acá en
colores emitidos por el
azufre (rojo),
hidrógeno (verde) y
oxígeno (azul). Ahora sabemos que dentro de unos 6 mil millones de años,
nuestro Sol arrojará sus gases exteriores formando una
nebulosa planetaria como M27, mientras que su núcleo remanente se convertirá en una estrella
enana blanca caliente emisora de
rayos X. Entender la física y el significado de
M27 estaba mucho más allá de la ciencia del siglo XVIII. Incluso hoy en día, muchas cosas acerca de las
nebulosas planetarias permanecen misteriosas, incluyendo
cómo se crean sus
intrincadas formas.
Fuente:
Astronomy Picture of the Day (APOD)
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