Créditos y Derechos de la Imagen: Stephen Kennedy (Para una versión más detallada haga clic sobre la imagen)
No hay mar en la Tierra lo suficientemente grande para contener a la Nebulosa Tiburón. Esta aparición depredadora no representa un peligro ya que está compuesta de gas y polvo interestelares. El polvo oscuro como el que se presenta acá es de algún modo parecido al humo de cigarrillo y creado en las atmósferas frías de las estrellas gigantes. Luego de ser expelido junto con el gas y haberse re-condensado gravitacionalmente, las estrellas masivas pueden excavar estructuras intrincadas dentro de sus nubes natales usando su luz de alta energía y sus vientos estelares rápidos como herramientas de esculpir. El calor que ellas generan evapora la turbia nube molecular como también causa que el gas hidrógeno ambiental se disperse y brille en rojo. Durante su desintegración, nosotros los humanos podemos disfrutar imaginando a estas grandes nubes como figuras comunes, como lo que hacemos con las nubes de agua en la Tierra. Incluyendo a las nebulosas de polvo más pequeñas tales como la Nebulosa Oscura Lynds 1235 y las Van den Bergh 149 y 150, la Nebulosa Tiburón se extiende casi 15 años luz y se halla a casi 650 años luz de distancia en dirección de la constelación del Rey de Etiopía (Cepheus)
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)