¡Descubre el cosmos! Cada día la NASA publica una imagen o fotografía diferente de nuestro fascinante universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional y nosotros te la presentamos aquí
Ocho mil millones de personas están a punto de desaparecer en esta toma desde el espacio. Tomada el 21 de noviembre, el sexto día de la misión Artemisa 1, su mundo hogar está ocultándose detrás del brillante borde de la Luna tal como lo vio una cámara externa ubicada sobre la saliente nave espacial Orión.
Unos pocos cúmulos estelares están tan cerca uno del otro. Visible a simple vista desde áreas con cielo oscuro, fue catalogado en el 130 a.EC por el astrónomo griego Hiparco. A unos 7,000 años luz de distancia, este par de cúmulos estelares abiertos también es un objeto fácil de hallar con binoculares, un sorprenden campo de estrellas en la norteña constelación del mítico héroe griego Perseo.
Las estrellas pueden producir bellos patrones al envejecer — algunas veces similares a flores o insectos. NGC 6302, la Nebulosa Mariposa, es un ejemplo notable.
¿Por qué el cielo se vería como una gigantesca diana de tiro? La luminiscencia nocturna. Luego de unas gigantescas tormentas eléctricas sobre Bangladesh a finales de abril, gigantes ondulaciones circulares de aire brillante aparecieron sobre Tíbet, China, tal como se representa acá.
Cuando la nave espacial Orión de la misión Artemisa 1 haga su sobrevuelo impulsado a la Luna el próximo 21 de noviembre, los habitantes del planeta Tierra verán a la Luna en una fase de menguante delgada. La nave se aproximará a un rango de casi 130 kilómetros de la superficie lunar en su camino hacia una órbita retrógrada lejana a unos 70,000 kilómetros más allá de la Luna.
La protoestrella dentro de la nube oscura L1527 tiene tan sólo 100,000 años de edad, envuelta aún en la nube de gas y polvo que alimenta su crecimiento. En esta imagen de la NIRCam del Telescopio Espacial James Webb, la banda oscura en el cuello de la nebulosa infrarroja es un disco espeso que rodea al joven objeto estelar. Visto casi de perfil y un poco más grande que nuestro Sistema Solar, el disco básicamente suple de material a la protoestrella mientras que la esconde de la vista infrarroja directa del Webb.