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El cielo de abril para binoculares

Tomado de BinocularSky Newsletter.

En El Salvador desde marzo ya es difícil disfrutar de las maravillas del cielo profundo. El aumento de horas de Sol provoca que mucha humedad se levante y genere un velo espeso que cubre el cielo. Si queremos aprovechar cualquier oportunidad que el cielo nos brinde debemos estar preparados, así es que acá compartimos un extracto de las propuestas que Steve Tonkin nos hace en su boletín de No. 101 abril/2020.

El Cielo profundo.
Las Pléyades (M45) y la Gran Nebulosa de Orión (M42) culminan antes de que el ocaso civil termine, pero aún es posible verlos con binoculares a inicios de abril, como también es posible ver el trío de cúmulos abiertos de Auriga y M35 en Géminis.

Estando cerca de M35, vea si le es posible identificar dos cúmulos abiertos más pequeños, NGC 2158, medio grado al SE, y el IC 2157, ligeramente más difícil de localizar, un grado al ESE. Más arriba encuentra a M44 (Cúmulo de la Colmena) y M67 (el cúmulo de la cobra) un par de buenos cúmulos abiertos en la constelación de Cáncer. Más abajo en el cielo sureño encuentra más cúmulos abiertos: M46, M47 y, cerca de Sirio, M41.

Kemble's Cascade
Kemble’s Cascade, (C) Greg Parker y Noel Carboni

El tenue cúmulo abierto NGC 1502, en Camelopardalis, cobra relevancia por el asterismo conocido como la Cascada de Kemble, llamado así en honor a Fr. Lucian Kemble, astrónomo amateur y fraile franciscano, que lo descubrió con unos binoculares 7×35. Él lo describió como «una hermosa cascada de estrellas tenues haciendo acrobacias desde el noroeste descendiendo hacia el cúmulo abierto NGC 1502». Es uno de los objetos más placenteros para binoculares pequeños y medianos, aunque la idea de que el asterismo es una cascada bajando hacia un chapuzón en una poza, en este caso el cúmulo, se necesitaría una modificación a la noción de la gravedad, porque durante las noches de primavera la cascada fluye diagonalmente ¡hacia arriba!

Uno de los mejores objetos para binoculares pequeños es Melotte 111, el cúmulo que da nombre a Coma Berenice. En la mitología griega es la cabellera de la Reina Berenice, pero los romanos lo vieron como el velo que Tisbé dejó caer en el cuento de los desafortunados amantes, de Ovidio. A principios de abril está en un lugar apropiado a partir del anochecer astronómico.

Lluvia de estrellas.
Se espera que el pico de las Líridas sea el 22 de abril, un día antes de la luna nueva. El enjambre ya está activo, así es que puede empezar a observarlo siempre que tenga a Hércules en un cielo oscuro. Los meteoros son briznas de polvo que dejó el cometa C/1861 G1 (Tatcher). A medida que estas partículas entran a la atmósfera comprimen y calientan el aire frente a ellas. Este calor provoca que la superficie de la partícula se ionice y haga brillar el aire.

Los binoculares son útiles para observar la persistencia de esta ionización que puede permanecer en el cielo por unos 30 segundos o más.

Recuerde, aprenda a ubicarse en la Tierra para no perderse en el cielo.
Alicia Alvarenga Conde
Socia de ASTRO