Créditos y Derechos de la Imagen: Maxime Villaeys (Para una versión más detallada haga clic sobre la imagen)
El duendecillo y el árbol difícilmente podrían ser más diferentes. Para empezar, el duendecillo rojo es una forma inusual de un relámpago, mientras que el árbol es una planta común. El duendecillo está muy lejos — alto en la atmósfera de la Tierra, mientras que el árbol está cercano, quizá a casi la longitud de un campo de fútbol de distancia. El duendecillo es rápido — electrones fluyendo hacia arriba y abajo a casi la velocidad de la luz, mientras que el árbol es lento — madera anclada al suelo. El duendecillo es brillante — iluminando el cielo, mientras que el árbol es tenue — brillando principalmente por luz reflejada. El duendecillo es efímero — durando sólo una pequeña fracción de un segundo, mientras que el árbol es durable, pudiendo vivir por muchos años. Sin embargo, ambos, cuando se les captó juntos, parecieron extrañamente similares en esta imagen compuesta, captada a principios de este mes en Francia, cuando una tormenta de rayos pasó sobre las montañas de los Pirineos Atlánticos.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)