Créditos y Derechos de la Imagen: Dani Caxete (Para una versión de mayor resolución siga este enlace)
Algunas veces los cristales de hielo cayendo convierten a la atmósfera en una lente gigante causando que aparezcan arcos y halos alrededor del Sol y la Luna. Un sábado por la noche en 2012 fue uno de esos momentos cerca de Madrid, España, donde un cielo de invierno mostraba no sólo a una brillante Luna sino también cuatro raros halos lunares. El objeto más brillante, cerca de la parte superior de la imagen de arriba, es la Luna. La luz de la Luna se refracta a través de cristales de hielo hexagonales bamboleantes en un halo de 22 grados, un tanto raro, rodeando a la Luna. Alargando horizontalmente al arco de 22 grados está un halo circunscrito, todavía más raro, causado por cristales de hielo en columna. Pero más inusual todavía, algo de la luz lunar se refracta a través de cristales de hielo más lejanos para formar un (tercer) arco de 46 grados a modo de arcoíris y apareciendo acá justo encima de un pintoresco paisaje invernal. Además, parte de un halo circular de 46 grados completo también está visible, así que fue captado un halo cuádruple extremadamente raro — especialmente para la Luna. Lejos en el fondo está el famoso paisaje celestial del invierno que incluye a Sirio, el cinturón de Orión y Betelgeuse — visibles entre los arcos interior y exterior. Los halos y arcos duran típicamente unos minutos u horas, así que si ve uno habrá tiempo para invitar a la familia, amigos y vecinos a compartir su inusual vista del cielo.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD).