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Agosto 1, 2019. Elementos en la Secuela.

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Créditos de la Imagen: NASA/CXC/SAO

Las estrellas masivas pasan sus breves vidas quemando furiosamente su combustible nuclear. A través de la fusión a temperaturas y densidades extremas que rodean al núcleo estelar, los núcleos de elementos ligeros como el hidrógeno y el helio se combinan en elementos más pesados como el carbono, oxígeno, etc., en una progresión que termina con el hierro. Así, una explosión de supernova, el inevitable y espectacular fallecimiento de una estrella masiva, acribilla al espacio con despojos enriquecidos con elementos más pesados para ser incorporados en otras estrellas y planetas y personas. Esta detallada imagen en rayos X en colores falsos del orbitante Observatorio Chandra, muestra tal nube estelar caliente y expansiva de casi 36 años luz de ancho. Catalogado como G292.0+1.8, este joven remanente de supernova está a casi 20,000 años luz de distancia en dirección de la sureña constelación de Centaurus. La luz de la explosión de supernova inicial alcanzó a la Tierra hace un estimado de 1,600 años. Los colores azulados resaltan los filamentos de gas a multimillones de grados el cual es excepcionalmente rico en oxígeno, neón y magnesio. Esta enriquecedora supernova también produjo un pulsar como parte de sus secuelas, una estrella de neutrones rotatoria que es el remanente de un núcleo estelar colapsado. La impresionante imagen fue dada a conocer como parte de la celebración del 20° aniversario del Observatorio Chandra de Rayos X.

Fuente: Astronomy Picture of the Day.