¡Descubre el cosmos! Cada día la NASA publica una imagen o fotografía diferente de nuestro fascinante universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional y nosotros te la presentamos aquí
Bajo cielos nocturnos oscuros y mayormente sin luna, muchos residentes del planeta Tierra fueron capaces de observar la lluvia de meteoros Perseidas de este año. Vistos desde una ladera cubierta de hierba en Shiraz, Irán, estos trazos de meteoros Perseidas a lo largo de la Vía Láctea del verano boreal, fueron captados antes del amanecer del domingo, 13 de agosto.
Vino desde el espacio exterior. Fue — en este caso un pedacito del tamaño de una arenilla de un núcleo cometario — posiblemente eyectado hace muchos años desde el cometa Swift-Tuttle, que orbita al Sol, pero desde entonces continuó solo también en órbita al Sol. Cuando la Tierra cruzó a través de su órbita, el pedazo de resto cometario impactó la atmósfera de nuestro querido planeta y fue visto como un meteoro.
Esta nebulosa no había sido notada antes. Usualmente las nebulosas de reciente descubrimiento son angularmente pequeñas y son encontradas por profesionales que usan telescopios grandes. En contraste, la Nebulosa Pistacho fue descubierta por aficionados muy dedicados y, aunque es tenue, tiene casi el tamaño de la Luna llena.
¿Se volverá visible a simple vista el cometa Nishimura? Dada la impredecibilidad de los cometas, nadie puede asegurarlo, pero por el momento parece ser una buena apuesta. El cometa fue descubierto hace sólo diez días por Hideo Nishimura durante exposiciones de 30 segundos con una cámara digital estándar. Desde entonces, el C/2023 P1 Nishimura ha incrementado su brillantez y se ha determinado su trayectoria a través del Sistema Solar interior.
¿Qué tipo de nube es esta? Un tipo de nube arcus llamada nube de rollo. Estas raras nubes largas pueden formarse cerca de frentes fríos en avance. En particular, una corriente descendente de un frente de tormenta avanzando puede causar que aire húmedo y cálido se eleve, alcance su punto de rocío, y así forme una nube.
El gigante anillado de hielo, Neptuno, se halla cerca del centro en esta imagen detallada en el infrarrojo cercano del Telescopio Espacial James Webb. El tenue y lejano mundo es el planeta más lejano al Sol, casi 30 veces más lejos que el planeta Tierra. Pero en la impresionante vista del Webb, la apariencia oscura y fantasmal del planeta es debida al metano atmosférico que absorbe la luz infrarroja.