La firma de un tratado entre las potencias marítimas del S. XV, Castilla y Portugal, divide el Océano Atlántico por medio de una línea imaginaria trazada de polo a polo, 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Esto da paso a una de las expediciones más increíbles de la historia humana, y que de algún modo revelará la verdadera dimensión de nuestro planeta Tierra.