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Una gran región nebulosa cerca de la brillante estrella ómicron Persei ofrece este retablo de contrastes cósmicos. Captado en el encuadre telescópico, el colorido complejo de polvo, gas y estrellas abarca casi 3 grados en el cielo a lo largo del borde de la nube molecular de Perseo, a unos 1000 años luz de distancia. Rodeada por el halo azulado del polvo reflejando la luz estelar, ómicron Persei misma está justo a la izquierda del centro. Inmediatamente debajo de ella yace el intrigante cúmulo estelar joven IC 348, recientemente explorado por el Telescopio Espacial James Webb. En silueta contra el difuso resplandor rojizo del gas hidrógeno, la oscura y opaca nube de polvo interestelar Barnard 3 se encuentra arriba a la derecha. Claro está, el polvo cósmico también tiende a esconder a las estrellas recientemente formadas y a los objetos estelares jóvenes o proto-estrellas, de los espías telescópicos ópticos. A la distancia estimada a la nube molecular de Perseo, este campo de visión abarca casi 50 años luz.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)