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Grande y bella, la galaxia espiral NGC 6744 tiene casi 175,000 años luz de ancho, más grande que nuestra propia Vía Láctea. Se encuentra a unos 30 millones de años luz de distancia en la sureña constelación de Pavo, pero aparece tan sólo como una tenue mancha en el ocular de un telescopio de aficionado. Vemos al disco del vecino universo-isla inclinado hacia nuestra línea de visión en este notable y detallado retrato galáctico, una imagen telescópica que abarca un área casi del tamaño angular de una luna llena. En ella, el alargado núcleo amarillento de la galaxia gigante está dominado por la luz de estrellas viejas y frías. Más allá del núcleo, los grandiosos brazos espirales están llenos con cúmulos estelares jóvenes azules y salpicados con regiones de formación estelar rosadas. Un brazo extendido barre más allá de una galaxia satélite más pequeña, NGC 6744A, arriba a la izquierda. La compañera galáctica de NGC 6744 evoca a la galaxia satélite de la Vía Láctea, la Gran Nube de Magallanes.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)