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Junio 7, 2018. El choque de NGC 3256.

Créditos de la Imagen y Licencia: NASA, ESA, Hubble Space Telescope.

Marcada por una región central inusualmente brillante, bandas de polvo arremolinadas y vastas colas de marea, la peculiar NGC 3256 es la secuela de una verdadera colisión cósmica. El choque de 500 millones de años de edad de dos galaxias separadas abarca unos 100 mil años luz en esta nítida vista del Hubble. Por supuesto, cuando dos galaxias chocan, las estrellas individuales rara vez lo hacen. Las gigantescas nubes galácticas de gas molecular y polvo sí que interactúan, y producen espectaculares estallidos de formación de estrellas. En este choque galáctico, las dos galaxias espirales originales tenían masas similares. Sus discos ya se pueden distinguir y los dos núcleos galácticos están escondidos por el polvo opaco. En una escala de tiempo de unos cuantos cientos de millones de años los núcleos probablemente se fusionarán a medida que NGC 3256 se convierta en una sola galaxia espiral grande. NGC 3256 misma está a casi 100 millones de años luz de distancia en dirección de la constelación austral de Vela. El cuadro incluye muchas galaxias de fondo aún más lejanas, y estrellas picudas en el primer plano.

Fuente: Astronomy Picture of the Day.