Créditos y Derechos de la Imagen: Juan Carlos Casado (Starry Earth, TWAN) (Para una versión de mayor resolución haga clic sobre la imagen)
Admire la belleza pero tema a la bestia. La belleza es la aurora por encima, tomando acá la forma de una gran espiral verde, vista entre pintorescas nubes con la brillante Luna a un lado y a las estrellas de fondo. La bestia es la onda de partículas que crea a la aurora pero que podría, algún día, dañar a la civilización. En 1859, siguiendo a unas notables auroras vistas a través de todo el globo, un pulso de partículas cargadas de una eyección de masa coronal (EMC) asociada con una llamarada solar, impactó a la magnetosfera de la Tierra con tanta fuerza que creó al Evento Carrington. Este asalto por parte del Sol comprimió al campo magnético de la Tierra tan violentamente que creó corrientes eléctricas intensas y provocó chispas a lo largo de los cables del telégrafo, golpeando a muchos operadores telegráficos. Si llegara a impactar a la Tierra un evento de clase Carrington el día de hoy, las especulaciones sostienen que podrían ocurrir daños en las redes de energía globales y en la electrónica a una escala nunca antes experimentada. La aurora presentada acá fue fotografiada en 2016 sobre el Lago Thingvallavatn en Islandia, un lago que llena parcialmente a una falla que divide las grandes placas tectónicas de Eurasia y Norteamérica.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)