Créditos y Derechos de la Imagen: CHART32 Team, Procesamiento – Johannes Schedler / Volker Wendel
Las tomas de acercamiento de NGC 3242 muestran la mortaja arrojada por una moribunda estrella parecida al Sol, conocida fantasiosamente como la Nebulosa El Fantasma de Júpiter. Pero esta vista telescópica, profunda y amplia, también encontró al halo externo, pocas veces visto, de la bella nebulosa planetaria, arriba a la izquierda, además de estrellas de la Vía Láctea, y galaxias de fondo en la serpentina constelación de Hydra. La intensa, y de otra forma invisible, radiación ultravioleta proveniente de la estrella enana blanca central de la nebulosa, energiza su ilusorio resplandor en luz visible. De hecho, los planetas de la evolucionada estrella enana blanca de NGC 3242, pueden haber contribuido a los rasgos y formas tan simétricos de la nebulosa. La actividad que comenzó en la fase de gigante roja de la estrella, mucho antes que se produjera la nebulosa planetaria, es probablemente la causa del extenso halo más tenue. Con casi un años luz de ancho, NGC 3242 está a unos 4,500 años luz de distancia. Las nubes tenues de material resplandeciente, a la derecha, bien podría ser gas interestelar, suficientemente cerca por casualidad a la enana blanca de NGC 3242 como para ser energizado por su radiación ultravioleta.
Fuente: Astronomy Picture of the Day.