Créditos de la Imagen: J. Rho (SSC/Caltech), JPL-Caltech, NASA
La Nebulosa Trífida, conocida también como Messier 20, es fácil de encontrar con un telescopio de aficionado. Con casi 30 años luz de ancho y a 5,500 años luz de distancia, es una parada popular para los turistas cósmicos en la constelación rica en nebulosas de Sagittarius. Como su nombre sugiere, las fotografías en luz visible muestran a la nebulosa dividida en tres partes por franjas de polvo oscuro y opaco. Pero esta penetrante imagen infrarroja revela filamentos de nubes de polvo resplandeciente y de estrellas recién nacidas de la Trífida. La espectacular vista en colores falsos es cortesía del Telescopio Espacial Spitzer. Los astrónomos han usado los datos de imagen infrarrojos para contar a las estrellas recién nacidas y embrionarias, que de otra manera estarían ocultas en las nubes de polvo y gas natales de esta intrigante guardería estelar. Lanzado en 2003, el Spitzer exploró el universo infrarrojo desde una órbita solar que seguía a la Tierra, hasta que sus operaciones científicas fueron clausuradas a principios de este año, en enero 30.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD).