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Orión parece salir de lado, ascendiendo sobre una distante cadena de montañas en este paisaje celeste profundo. La invernal escena fue captada desde el sur de Polonia en la larga noche del solsticio del hemisferio norte. Nebulosas de otra manera invisibles cuelgan en el cielo, reveladas por la cámara modificada para registrar la luz roja del hidrógeno alfa. Las nebulosas se encuentran cerca del borde de la nube molecular de Orión y reúne a las familiares estrellas del cinturón del Cazador y a las brillantes gigantes Betelgeuse y Rigel. El Ojo de Taurus, el Toro, la amarillenta Aldebarán, se ancla al cúmulo estelar de las Híades, con forma de V, cerca del centro de la parte superior. Todavía cercano a su oposición en el cielo del planeta Tierra, el gigante gaseoso dominante del Sistema Solar, Júpiter, es la lumbrera celestial más brillante encima de estos nevados picos del horizonte.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)