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La estrella en el centro creó todo esto. Conocida como el Huevo de Dragón, esta estrella — una estrella de tipo O, rara, luminosa y caliente unas 40 veces más masiva que el Sol — creó no sólo la compleja nebulosa (NGC 6164) que la rodea inmediatamente, sino también el halo azul que la acompaña. Su nombre se deriva, en parte, por la proximidad de la región a la pintoresca NGC 6188, conocida como los Dragones de Ara luchadores. Dentro de otros tres o cuatro millones de años la estrella masiva probablemente terminará su vida en una explosión de supernova. Extendiéndose alrededor de 4 años luz, la nebulosa misma tiene una simetría bipolar que la hace similar en apariencia a las más comunes nebulosas planetarias – las mortajas gaseosas que rodean a estrellas agonizantes parecidas al Sol. También como las nebulosas planetarias, se ha encontrado que NGC 6164 tiene un extenso y tenue halo, revelado en azul en esta profunda imagen telescópica de la región. Expandiéndose dentro del medio interestelar circundante, el material en el halo azul fue probablemente expulsado en una fase activa más temprana de la estrella O. NGC 6164 se encuentra a 4,200 años luz de distancia en la sureña constelación de la Escuadra del Carpintero (Norma).
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)