Créditos y Derechos de la Imagen: Dean Rowe
Los meteoros pueden ser coloridos. Mientras que el ojo humano usualmente no puede discernir muchos colores, las cámaras a menudo pueden. Fotografiado arriba está una Gemínida captada con cámara durante la lluvia de meteoros de la semana pasada, que no fue impresionantemente brillante, pero sí colorida. La radiante arenilla arrojada por el asteroide 3200 Faetón, encendió una trayectoria a través de la atmósfera de la Tierra unas 60 veces más larga que el diámetro angular de la Luna. Los colores en los meteoros se originan usualmente de los elementos ionizados liberados a medida que el meteoro se desintegra, el azul verdoso es originado típicamente por el magnesio, el violeta irradia del calcio, y el níquel brilla en verde. Sin embargo, el rojo se origina típicamente del nitrógeno y oxígeno energizados en la atmósfera de la Tierra. Este brillante bólido meteórico se fue en un destello — en menos de un segundo — pero dejó una traza de ionización esparcida por el viento que permaneció visible por varios minutos, el inicio de la cual puede verse aquí.
Fuente: Astronomy Picture of the Day.