La semana pasada, un carro orbitó a la Tierra. El carro, creado por humanos y robots en la Tierra, fue lanzado por la Compañía SpaceX para demostrar la habilidad de su cohete Falcon Heavy para colocar una nave espacial en el sistema solar. Fabricado intencionalmente para verse extravagante, se pensó que el icónico carro sería un mejor objeto de demostración que unos bloques de concreto. Un maniquí, ataviado con un traje espacial — apodado el Starman — está sentado en el asiento del conductor. La imagen mostrada es un cuadro de un video tomado por una de las tres cámaras montadas en el carro. Estas cámaras, conectadas a la batería del carro, están ahora apagadas. El carro, sujeto a la segunda etapa del impulsor, dejó la órbita de la Tierra luego de esto, y orbitará al Sol entre la Tierra y el cinturón de asteroides de manera indefinida — quizá hasta que dentro de millardos de años nuestro Sol se expanda en una Gigante Roja. Si es recuperado alguna vez, lo que quede del carro podría convertirse en una ventana única a las tecnología desarrolladas en la Tierra en los siglos XX y inicios del XXI.
Créditos: SpaceX
Fuente: Astronomy Picture of the Day.