Créditos y Derechos de la Imagen: Wissam Ayoub (Para una versión de mayor resolución haga clic aquí)
Estas nubes de gas y polvo deambulan a través de los ricos campos estelares a lo largo del plano de nuestra galaxia Vía Láctea en la dirección de la voladora constelación de Cygnus. Captadas dentro del campo de visión telescópico están la Burbuja de Jabón (abajo a la izquierda) y la Nebulosa Creciente (arriba a la derecha). Ambas se formaron en una fase final en la vida de una estrella. Conocida también como NGC 6888, la Creciente adquirió su forma a medida que su estrella Wolf-Rayet central, brillante y masiva, arrojaba sus envolturas exteriores en un fuerte viento estelar. Quemando su combustible a una rapidez prodigiosa, WR 136 está cercana al final de una corta vida que debería terminar en una espectacular explosión de supernova. La Nebulosa Burbuja de Jabón, descubierta en 2013, es probablemente una nebulosa planetaria, la mortaja final de una estrella similar al Sol de baja masa y larga vida, destinada a convertirse en una enana blanca de lento enfriamiento. Ambas mortajas estelares están a unos 5,000 años luz de distancia, más o menos. La Nebulosa Creciente, más grande, tiene alrededor de 25 años luz de ancho.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD).