Créditos y Derechos de la Imagen: Team Ciel Austral –
J. C. Canonne, N. Outters, P. Bernhard, D. Chaplain, L. Bourgon
La Gran Nube de Magallanes (GNM) es una vista atractiva en los cielos del sur. Pero esta vista telescópica profunda y detallada, que tomó más de 10 meses en crearse, va más allá de lo que está visible para la mayoría de los circunnavegadores del planeta Tierra. Abarcando más de 5 grados de cielo, que equivalen a unos 10 lunas llenas, el mosaico de 4×4 paneles fue construido a partir de 3900 cuadros con un total de 1,060 horas de exposición tanto en filtros de banda ancha como angosta. Los filtros de banda angosta está diseñados para transmitir sólo la luz emitida por los átomos de azufre, hidrógeno y oxígeno. Ionizados por la luz estelar energética, los átomos emiten su luz característica cuando los electrones son recapturados y los átomos transitan hacia un estado de energía más bajo. Como resultado, en esta imagen la GNM parece cubierta con sus propias nubes de gas ionizado rodeando a sus estrellas jóvenes y masivas. Esculpidas por los fuertes vientos estelares y la radiación ultravioleta, las nubes resplandecientes, dominadas por la emisión del hidrógeno, son conocidas también como regiones H II (hidrógeno ionizado). Compuesta a sí misma de muchas regiones H II sobrepuestas, la Nebulosa de la Tarántula es la región de formación de estrellas grande a la izquierda. La GNM, la satélite más grande de nuestra galaxia Vía Láctea, tiene casi 15,000 años luz de ancho y se encuentra a sólo 160,000 años luz de distancia en dirección de la constelación de Dorado.
Fuente: Astronomy Picture of the Day.