Créditos de la Simulación: Simulating eXtreme Spacetimes Project
Relájese y observe a dos agujeros negros fusionarse. Inspirada por la primera detección directa de ondas gravitacionales en 2015, esta simulación se reproduce en movimiento lento, pero tomaría casi un tercio de segundo si se corriera a tiempo real. Colocados en un escenario cósmico, los agujeros negros posan frente a estrellas, gas y polvo. Sus gravedades extremas enfocan la luz que viene de detrás de ellos en anillos de Einstein al acercarse en espiral y finalmente fusionarse en uno. Las ondas gravitacionales, de otro modo invisibles, generadas cuando los objetos masivos coalescen rápidamente causan que la imagen visible ondule y chapotee dentro y fuera de los anillos de Einstein incluso después que los agujeros negros se han fusionado. Identificadas como GW150914, las ondas gravitacionales detectadas por el LIGO son consistentes con la fusión de agujeros negros con 36 y 31 masas solares a una distancia de 1.3 millardos de años luz. El agujero negro final y único tiene 63 veces la masa del Sol, con las restantes 3 masas solares convertidas en energía irradiada en forma de ondas gravitacionales.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)