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Esta extensión cósmica de polvo, gas y estrellas cubre unos 6 grados en el cielo en la heroica constelación de Perseo. Hacia arriba a la izquierda en el precioso paisaje celeste, está el intrigante cúmulo estelar joven IC 348 y la vecina Nebulosa del Fantasma Volador con nubes de polvo interestelar opaco catalogadas como Barnard 3 y 4. A la derecha, otra región activa de formación estelar, NGC 1333, está conectada por filamentos oscuros y polvorientos en las afueras de la gigantesca Nube Molecular de Perseo, a casi 850 años luz de distancia. Otras nebulosas polvorientas están esparcidas en el campo de visión, junto con el tenue resplandor rojizo del gas hidrógeno. De hecho, el polvo cósmico tiende a esconder a las estrellas recién formadas y a objetos estelares jóvenes o protoestrellas, de los fisgones telescopios ópticos. Colapsando debido a su propia gravedad, las protoestrellas se forman a partir de núcleos densos incrustados dentro de la nube molecular. A la distancia estimada de esta nube molecular, este campo de visión se extendería por más de 90 años luz.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)