Créditos de la Imagen: Ciencia – NASA, ESA, CSA, STScI, NIRCam Procesamiento – Joseph DePasquale (STScI), Anton M. Koekemoer (STScI), Alyssa Pagan (STScI) (Para una versión de mayor resolución haga clic sobre la imagen)
La protoestrella dentro de la nube oscura L1527 tiene tan sólo 100,000 años de edad, envuelta aún en la nube de gas y polvo que alimenta su crecimiento. En esta imagen de la NIRCam del Telescopio Espacial James Webb, la banda oscura en el cuello de la nebulosa infrarroja es un disco espeso que rodea al joven objeto estelar. Visto casi de perfil y un poco más grande que nuestro Sistema Solar, el disco básicamente suple de material a la protoestrella mientras que la esconde de la vista infrarroja directa del Webb. Aunque acá la nebulosa misma se ve en impresionante detalle. Iluminada por la luz infrarroja proveniente de la protoestrella, las cavidades de la nebulosa con forma de reloj de arena son creadas a medida el material expulsado en el proceso de formación de la estrella barre a través del medio circundante. A medida que la protoestrella va ganando masa eventualmente se convertirá en una estrella completamente desarrollada, colapsando y encendiendo la fusión atómica dentro de su núcleo. La protoestrella dentro de la nube oscura L1527, un análogo probable de nuestro propio Sol y Sistema Solar en su infancia temprana, se encuentra a unos 460 años luz de distancia en la región de formación estelar de Taurus. La imagen de la NIRCam del Webb abarca casi 0.3 años luz.
Fuente: Astronomy Picture of the Day (APOD)